San Petersburgo (Rusia), may (EFE).- De la presencia de Cristiano Ronaldo depende gran medida el éxito de la Copa Confederaciones que arrancará dentro de un mes, por lo que la FIFA cruza los dedos para que la estrella del Real Madrid viaje a Rusia.
La FIFA es consciente de que dicho producto perderá un gran atractivo comercial, especialmente para las televisiones, si el portugués decidiera descansar y reservarse para la próxima temporada.
Aun convocando a sus mejores jugadores, algo que está por ver, la campeona mundial, Alemania, no cuenta con estrellas mediáticas en sus filas, con la excepción de Manuel Neuer, muy reacio a asumir ese papel.
Chile es la única que puede presentar futbolistas conocidos en casi todo el mundo como Alexis Sánchez (Arsenal) y Arturo Vidal (Bayern), ya que México anda escaso de estrellas, al igual que Camerún, la anfitriona, Rusia, y los australianos y neozelandeses.
Por eso, la presencia de Cristiano Ronaldo es vital para un torneo que quiere dar en su décima edición con la tecla para convertirse en una competición que atraiga de una vez por todas el interés de todo el mundo del fútbol.
Al astro luso no le faltan razones para acudir a la Copa Confederaciones, ya que siempre se ha mostrado muy fiel a los colores del equipo nacional, con el que conquistó la Eurocopa en Francia el verano pasado.
Además de lo que supondría lograr el título, Portugal se ha tomado el torneo como una piedra de toque con vistas a la Copa Mundial, objetivo que se han marcado entre ceja y ceja tanto Cristiano como el seleccionador, Fernando Vázquez.
El futbolista del equipo blanco es consciente de que ésta puede ser la última oportunidad de proclamarse campeón mundial, lo que le garantizaría un lugar de honor en el olimpo de mejores futbolistas de la historia.
Cristiano es muy consciente de que grandes futbolistas de la historia de su país, en particular Eusebio y Figo, nunca lograron triunfar con Portugal en un Mundial, aunque el primero deslumbró en Inglaterra 1966.
La ausencia de su gran rival, el argentino Messi, también debería ser un acicate, ya que todos los focos estarán centrados en él, sea dentro como fuera del terreno de juego.
En el plano físico, Cristiano llega a final de temporada mejor que nunca, si tenemos en cuenta las lesiones que sufrió en los años anteriores, en los que llegó muy mermado al último tramo del campeonato y de la Liga de Campeones.
Y no es sólo una impresión, ya que en las eliminatorias ante el Bayern de Múnich y el Atlético de Madrid marcó la friolera de ocho goles, cinco de ellos a los alemanes y tres al equipo dirigido por Simeone, además de los dos en liga el pasado fin de semana ante el Sevilla.
Gran parte del mérito lo tiene Zinedine Zidane, quien sorprendentemente logró convencerlo para que rotara en los partidos de liga fuera de casa con el fin de llegar en plena forma a los cruces de la Champions.
No obstante, la temporada de clubes será más larga de lo habitual, ya que la final de la Liga de Campeones se jugará el 3 de junio, cuando la Copa Confederaciones arranca dos semanas más tarde, el 17 de junio en San Petersburgo.
A eso se suma que el Real Madrid se juega ahora la liga ante el Celta y Málaga, los dos partidos fuera de casa, y no es seguro que Zidane decida hacer rotaciones y dar descanso al portugués con el título en juego.
Previsiblemente, Cristiano querrá jugar ambos partidos de inicio ahora que faltan aún tres semanas para la final de Cardiff ante la Juventus.
Es decir, que el futbolista portugués llegará ciertamente cansado a final de temporada y, si el Real Madrid se alza con ambos trofeos, podría darse por satisfecho y descansar.
La Copa Mundial es un objetivo demasiado importante como para arriesgar en un torneo menor como la Copa Confederaciones, a la que Alemania, el equipo a batir, llevará muy probablemente un equipo B.
Cristiano nunca se ha caracterizado por bajarse del autobús en el último momento y es sabido que su hambre de títulos no tiene fin, por lo que todo dependerá de su estado de ánimo tras la final de Cardiff, donde podría lograr su cuarta Liga de Campeones, la tercera con el Real Madrid. EFE