(Bloomberg) -- En solo cuatro años, Adidas AG, el fabricante alemán de artículos deportivos, se ha dado cuenta de que las "fábricas rápidas" altamente automatizadas en Alemania y EE.UU. no eran una gran idea y es mejor seguir produciendo zapatillas deportivas en Asia. Ahora bien, eso no significa que toda la idea de "repatriar" la producción cerca de los clientes esté equivocada.
La primera fábrica rápida, un proyecto conjunto con la especialista en plásticos Oechsler AG, fue establecida en la pequeña ciudad bávara de Ansbach en 2015. Debía usar impresión 3D y robótica, sin trabajo manual, para recortar el tiempo de entrega a los consumidores europeos. El año pasado, se abrió la segunda en Atlanta. La lógica de la compañía era clara: produce aproximadamente 90% de sus zapatos en Asia, pero menos de un tercio de sus ventas se origina allí.