lunes, 24 de octubre de 2016

Bayer 04, el Atlas de Leverkusen

Desde la llegada del Chicharito el “equipo de las aspirinas” se ha convertido en uno de los más queridos entre los mexicanos, sobre todo, entre los seguidores de las Chivas… aunque el Leverkusen se parece más al Atlas.

Sus colores son el rojo y el negro, basan su estrategia en la juventud, su ciudad sede está en el occidente del país y su escudo tiene leones rampantes. Así es el Bayer 04, aunque estas características recuerdan mucho al Atlas de Guadalajara (México).

Leverkusen es uno de los equipos con el promedio de edad más bajo de la Bundesliga. Su directiva ha construido en los últimos años un proyecto basado en la cantera y en el fichaje de jóvenes talentos. Su confianza en los futbolistas formados por su propia academia llega a tal extremo que el club no tiene un segundo equipo en las ligas juveniles, bajo la lógica de que ya a muy temprana edad deben tener la puerta abierta para integrarse en la primera plantilla.

Juventud, divino tesoro

Como resultado, el fútbol que se practica en el estadio BayArena de Leverkusen es veloz. Contar con elementos jóvenes es sinónimo de rapidez y fondo físico, ingredientes fundamentales del fútbol moderno. El sello del Leverkusen es el pressing precoz. Al "once de la empresa” le gusta tener la pelota y lucha por hacerse con ella mordiendo a su oponente a base de marcajes dobles en el campo rival.

Una vez recuperado el esférico, los pupilos de Roger Schmidt saben cambiar de tempo. Su formación 4-4-2 genera vías de salida por las bandas desde la defensa y el mediocampo. Si un camino está cerrado, tocan hacia atrás para probar por el otro lado o abriéndose paso por el centro, con tal de que el balón llegue a sus centros delanteros en el menor tiempo posible.

Multiplicarse como los Gremlins

Pero para que esta apuesta funcione los once jugadores tienen que moverse en bloque e intercambiar posiciones. No solo de forma horizontal, también de forma vertical. Por eso, no resulta nada raro ver a Chicharito muy cerca de su propia área metiendo duro la pierna, mientras que su arquero, Bernd Leno, no desconoce del todo como es estar parado cerca del mediocampo. 

El juego de Leverkusen es vertiginoso. Todos corren los noventa minutos y ganen o pierdan, el público no puede protestar porque el partido fuera aburrido. Lo mismo les ocurría a los hinchas de aquel Atlas que se hizo famoso en los 90.

Más sabe el diablo por viejo…

Pero como aquellos roji-negros de Ricardo La Volpe, los roji-negros de Schmidt tienen su talón de Aquiles. Durante este torneo, Leverkusen sigue siendo una formación dinámica y con gol. Suelen pegar primero, pero después… han tenido problemas en el manejo de los resultados. Y es que aunque el fútbol, sobre todo el fútbol de hoy, exige una alta dosis de sudor, como en el ajedrez, la experiencia también es un ingrediente fundamental.

Javier Hernández es uno de los jugadores más veteranos del equipo, Mientras que la edad promedio de sus compañeros es de 23 años, "Chicharito” ya cumplió 28 años. Hernández pisa el césped con la etiqueta de líder, da indicaciones y se encara con los árbitros. Su paso por Manchester United y Real Madrid le dieron las credenciales para posicionarse como la extensión de la voz de su técnico en el rectángulo verde, pero su carácter y su certeza frente al arco rival no han bastado para poner al Leverkusen entre los líderes de la clasificación general, mientras que en Champions aún no tienen asegurado el superar la fase de grupos.

Sintonía en el campo. El entrenador Roger Schmidt felicita a Chicharito por su gol ante el Maguncia a finales de septiembre.

Tiempo al tiempo

No obstante, la situación dista mucho de ser dramática. Al Leverkusen se le exige mucho porque tiene a sus aficionados habituados a verlo en el papel de protagonista en la Bundesliga, con el mejor desempeño histórico entre los conjuntos germanos a nivel de Liga de Campeones, solo por detrás del FC Bayern.
Pero si algo tiene a su favor es el tiempo. Más allá de que la temporada está apenas comenzando, Rudi Völler y el resto de directivos del club han apostado por un proyecto a largo plazo y son conscientes de que para cosechar lo sembrado hay que esperar. La directiva es congruente con su proyecto y, por eso, ha mantenido casi en su totalidad la plantilla del año pasado.

La presión mediática es alta. La prensa deportiva del país le ha dado con tubo al "once de la empresa” durante este arranque de campaña e, incluso, algunos diarios han sugerido que es momento de cambiar de entrenador. Pero la directiva se mantiene firme en su proyecto y ha respaldado a Schmidt en todo momento.

Pobre niño rico

Uno de los principales argumentos de los detractores de Schmidt es que una escuadra con el respaldo económico que representa tener el apoyo de la empresa farmacéutica más grande del planeta debería estar a la altura del Bayern Múnich.

Cuestión que pone en evidencia a dichas plumas, pues da fe de la falta de conocimiento del proyecto Bayer 04. Si bien es cierto que la firma Bayer, dueña del equipo, podría darse el lujo de tener una plantilla plagada de estrellas, la realidad es que el club deportivo goza de un presupuesto similar al del grueso de clubes del fútbol alemán.

El once de la empresa

El Leverkusen nació en 1904 como un equipo para promover el esparcimiento y la salud de los empleados de la compañía, de ahí su apodo. Pero lejos de recibir una inyección económica que lo catapultara automáticamente desde el nivel amateur a la máxima división del fútbol profesional, su camino hasta primera división se fue labrando lentamente.

De 1963 a 1975 jugaron en las ligas regionales, consiguiendo posteriormente su pase a segunda, donde permanecieron hasta 1979, año en el que lograron el ascenso a primera. El flujo de dinero ha ido aumentando y disminuyendo a lo largo de este periodo, pero la política de parte de los dueños, de no otorgarle un cheque en blanco a los que manejan su rama deportiva, no ha cambiado. Leverkusen tiene un papá estricto. Si bien es cierto que, comparado con otros clubes que empezaron desde abajo, el Bayer 04 tiene un papá rico. Estricto, pero rico.

Contra viento y marea

En realidad, este conjunto tendría todo en contra para crecer. Bayer decidió impulsar su escuadra en la ciudad en donde tiene su cuartel general, a pesar de que ofrece pocas ventajas para un club de fútbol.

Además de que su población apenas llega a los 163.487 habitantes, se encuentra en una de las regiones con mayor tradición futbolística del país. Esto lo obliga a competir por la simpatía de los aficionados de su zona con cuatro de los equipos más populares de Alemania: Borussia Dortmund, Schalke 04, Borussia Mönchengladbach y FC Colonia.

El odio contra la "chiva”

Justo como en el Atlas, el equipo más odiado por la afición roji-negra del "equipo de las aspirinas” lleva como símbolo una chiva. Leverkusen pertenece administrativamente a Colonia, de tal forma que su derbi podría compararse con el clásico tapatío.

En Guadalajara, las Chivas representan al equipo del pueblo y el Atlas, al de los ricachones. Colonia es visto como un equipo popular, mientras que al Leverkusen le adjudican el mote de conjunto "millonario”. Aunque no lo sea, porque para ricachones… el Bayern o el América. 

Con los pies en la tierra

La administración que maneja los hilos del equipo sabe bien en donde está parada. Sobre todo, ha hecho acto de conciencia -o quizá un estudio de mercado- y ha entendido lo importante de las identidades en la lógica futbolística.

Su apuesta por los jóvenes no pasa sólo por lo deportivo, sino que tiene que ver con la búsqueda del posicionamiento de su marca. El Bayer 04 encontró un nicho: el sello de academia, la fe en la cantera, el juego vertiginoso y el espíritu de lucha. Su popularidad no es tan notoria a nivel nacional. Así como el Atlas tiene mucha afición en Guadalajara, pero no tiene arrastre en el país, Leverkusen solo levanta pasiones en la propia ciudad de Leverkusen.

Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña

El fichaje de Javier Hernández le ha dejado, además, una lección muy valiosa al Bayer. El fútbol ha cambiado radicalmente en los últimos años, y la directiva del Leverkusen lo sabe. Atrás quedaron las épocas en las que se dependía de las entradas que se vendían para que la gente viniera al estadio.

El internacional mexicano Rafa Márquez 
se lleva un balón en un partido ante 
los Rayados de Monterrey.

Hoy en día, el negocio está en los derechos televisivos. Hoy en día, el negocio está en los "tele-aficionados”. Gracias a la llegada del mexicano, Leverkusen está entre los tres equipos más populares de Alemania en el continente americano y su arrastre crece jornada a jornada, reportando ganancias por concepto de merchandising superiores a la media en Alemania. De tal forma que, si bien la camiseta roji-negra no se vende mucho en Berlín o en Stuttgart, es una de las más buscadas en Guadalajara o Miami.

Saber cambiar con los tiempos

La clave del Leverkusen ha sido su visión de futuro. Su modelo está bien armado y por el momento funciona. En eso, sin embargo, es en lo que no se parecen el Atlas y el Bayer, pues la escuadra tapatía, actualmente, aún cuando tenga la fama de equipo que apuesta por los nuevos valores, está muy lejos de ser un conjunto joven y su cantera se ha debilitado notoriamente, cediéndole terreno en este ramo al Pachuca, Santos Laguna y al mayor exportador de futbolistas al extranjero: las Chivas.

El reto que tienen ante sí, por una parte, es naturalmente conseguir resultados, porque de eso viven los clubes de fútbol. Pero sobre todo, es confiar en su apuesta y mantener su idea para fortalecer una identidad que genere arraigo entre los amantes del fútbol.

Cuestión que no parece muy complicada, puesto que si algo se hace bien en Alemania es planificar el futuro. Tan es así, que están concientes de que una eventual partida del Chicharito no debe tomarlos desprevenidos ni ahora, ni en tres o cinco años. Los canales de sus medios sociales en español llegaron para quedarse y con la intención de generar un vínculo duradero. Las giras por Estados Unidos y por México están también en la agenda.