FIFA.COM - La Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 fue el primer gran certamen en la carrera de Thomas Mueller. Alemania acabó tercera y el atacante germano se adjudicó la Bota de Oro como máximo goleador y fue además nombrado mejor jugador joven de la competición. Cuatro años más tarde, Mueller se proclamó campeón del mundo en Río de Janeiro.
En Brasil 2014, este futbolista internacional de 25 años conquistó la Bota de Plata con cinco goles y recibió del Grupo de Estudios Técnicos (GET) de la FIFA el Balón de Plata de adidas, que le acredita como segundo mejor jugador de la cita mundialista.
Con motivo de la entrega de estos premios, el delantero de la selección alemana y del Bayern de Múnich dialogó en exclusiva con FIFA.com sobre sus recuerdos de Brasil, las claves de la victoria germana y lo que significa para él el título mundialista.
¿Con qué frecuencia piensa usted en Brasil y en la final de Río de Janeiro?
Debo reconocer que no lo hago muy a menudo, puesto que estamos en plena temporada y lo que me toca es pensar en el próximo partido. En el ámbito privado la historia es diferente. La gente no olvida el Mundial y sigue felicitándonos y dándonos las gracias por la alegría que les brindamos. Es entonces cuando te asaltan los recuerdos. La verdad es que fue una experiencia fantástica que todavía está muy reciente.
¿Resulta especial ir convocado con la selección después de haber ganado la Copa Mundial de la FIFA?
El ambiente siempre ha sido bueno, aunque es cierto que ahora todo el mundo está encantado por haber logrado el objetivo mundialista, que se consiguió con todo merecimiento. En cualquier caso, esto no para y ahora tenemos nuevas metas, como la recién iniciada competición preliminar de la Eurocopa. Resulta hasta un poco brusco volver a empezar desde cero y tener que demostrar tu valía de nuevo cuando acabas de jugar y ganar un Mundial hace un par de meses, pero el calendario es así, por lo que no queda otra que centrarse y sacar adelante los partidos para estar en Francia 2016.
En el plano personal, ¿qué ha cambiado para usted desde el triunfo en la final de Maracaná?
No sé si algo ha cambiado, pero ahora somos campeones del mundo y eso ya nos lo va a quitar nadie. Con respecto al Bayern, todo sigue igual y lo que toca es ganar cada partido, como siempre. Y eso es justamente lo que vamos haciendo por regla general [risas].
En su opinión, ¿cuál fue la clave para que Alemania se proclamase campeona del mundo?
Pues la clave fue la victoria en la final [risas]. Ahora en serio, lo cierto es que el partido podría haber terminado perfectamente 2-1 o 1-0 para Argentina. A este nivel deciden los detalles y siempre se necesita un poco de suerte. De todas formas, hay que decir que el equipo trabajó mucho y que mostramos un gran espíritu colectivo, tanto dentro como fuera del terreno de juego. El partido contra Francia resultó muy igualado, y con Argelia tuvimos que ir a la prórroga. En una competición así todo el mundo se emplea al máximo. Los equipos están muy bien preparados y todos cuentan con magníficos entrenadores. Lo que decide un partido son los detalles y las acciones individuales. Por lo que a nosotros se refiere, los jugadores adecuados aparecieron en los momentos oportunos y la suerte estuvo de nuestro lado cuando hizo falta. Manu [Neuer] estuvo fantástico y el equipo respondió bien en defensa. Además, Mario [Götze] marcó un golazo, claro.
Acaba usted de recibir los premios individuales que se ganó durante la cita mundialista. ¿Hasta qué punto son importantes para usted estas distinciones?
Para mí no son demasiado importantes, aunque está claro que tienen su relevancia, ya que se trata de un reconocimiento a mi trabajo. En cualquier caso, no significan nada de cara al futuro, porque no puedo decir que soy bueno por haber ganado estos premios en el pasado, sino que tengo que demostrar mi valía todos los días. Estos galardones sirven simplemente para constatar que también hice un buen Mundial en el plano individual.
¿Cómo explica que el Bayern haya empezado tan bien la temporada, a diferencia de los otros clubes grandes de la Bundesliga?
Lo que pasa con este Bayern es que tiene mucha calidad, aunque, lógicamente, la calidad por sí sola no garantiza resultados. Somos un rival muy difícil de batir. Tenemos tantos recursos en los aspectos técnico e individual que casi siempre marcamos al menos un gol, lo que supone que las probabilidades de victoria sean relativamente altas. Lógicamente, también hemos tenido alguna que otra lesión, aunque no sé si eso es una consecuencia del Mundial o de las propias características del fútbol profesional moderno, que cada vez es más rápido y exigente en el aspecto físico. La frecuencia creciente de las lesiones demuestra esa tendencia. Por desgracia, a nosotros también nos ha tocado sufrir alguna, pero tenemos una buena capacidad de adaptación sobre el campo y quizás también más experiencia a la hora de lidiar con este tipo de situaciones.