El soccer, como lo llaman allí, nunca antes había alcanzado tamaña popularidad en Estados Unidos. Quienes se preguntaban si este auge se disiparía tras la celebración de la XX Copa Mundial de la FIFA™ recibieron una respuesta más que esclarecedora el sábado.
Un total de 109.318 aficionados presenciaron la victoria del Manchester United sobre el Real Madrid por 3-1 en la conclusión del Grupo A de la Copa Internacional de Campeones. Con este llenazo histórico, el estadio de Michigan ha superado ampliamente el récord de asistencia a un partido de soccer en Estados Unidos, que establecieron los 101.799 espectadores presentes en el Rose Bowl de Pasadena para disfrutar de la final del Torneo Olímpico de Fútbol Masculino de 1984, donde Francia se impuso a Brasil.
"En Inglaterra oímos siempre que en Estados Unidos nadie se interesa por este tipo de fútbol", comentó Michael Keane, defensa del Manchester United. "Cuesta creerlo después de haber visto la cantidad de público que ha asistido al partido. Era un amistoso, y había 109.000 personas animándonos en el estadio”.
