FIFA.com - Ofensivo y presionando a los rivales en su campo. Con los laterales siempre incorporándose al frente y tocando vertical con la mirada puesta en la portería contraria. Cualquiera que haya visto a México en la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™ difícilmente podría creer que El Tri fue el último equipo en clasificarse mediante la repesca ante Nueva Zelanda.
La llegada de Miguel Herrera al banquillo técnico en octubre de 2013 fue el revulsivo que los aztecas necesitaron para por fin olvidar un mal camino hacia tierras brasileñas. Con el recuerdo todavía fresco de una Copa Mundial donde se despidieron en el último minuto ante Países Bajos, El Piojo asistió en Panamá el 11 y 12 de septiembre a la primera de una serie de cuatro conferencias técnicas para recapitular la la Copa Mundial de la FIFA 2014™.
“Me parece muy bien este tipo de eventos, donde se puede recapitular un Mundial que fue fantástico”, confiesa en exclusiva a FIFA.com. “Todos los aspectos estuvieron de la mejor manera: la organización, los juegos resultaron buenísimos… Uno esperaba que el calor característico de Brasil liquidara a los jugadores, pero al final tuvimos partidos que se disputaron a muy buena intensidad todo el tiempo y siempre volcados al ataque”, redondea.
En un momento libre del evento donde el Grupo de Estudios Técnicos de la FIFA (TSG) desmenuzó su Informe técnico, se reflexionó sobre la tecnología en la línea de gol, el arbitraje y cuestiones médicas, Herrera se sentó con FIFA.com a hablar de Brasil 2014 y el futuro de México, entre otras cosas.
Han pasado ya dos meses de la eliminación de México en Brasil. Con la mente fría, ¿qué conclusiones saca ahora?
Los muchachos hicieron las cosas bastante bien. Se tuvo muy buen ritmo de partido; se controlaron los juegos, se tuvo la pelota normalmente en la mayoría de los encuentros. También concluimos que el tiempo de trabajo fue muy breve, pero en general fue bueno lo que hicimos.
El puesto que más morbo despertó entre la afición, en la previa, era el de portero. Obviamente confiaba en Ochoa para elegirlo, incluso sin club. Pero, ¿esperaba semejante actuación?
La verdad es que tenía mucha confianza en los tres arqueros que llevé, sabíamos que cualquiera podía dar una gran actuación si se requería de él, y creo que Memo asumió el cargo y la responsabilidad que tenía. Cuando vino la situación del partido contra Brasil sobresale, porque estaba preparado para hacerlo.
Siempre se le conoció por la pasión con la que celebra los goles, aunque lo suyo en Brasil alcanzó popularidad mundial.
¿Cuál de los tantos de México le generó mayor alegría y por qué?
El segundo gol contra Croacia nos generó mucha alegría porque nos daba el pase a la siguiente ronda con solidez y ante un equipo que hizo muy bien las cosas en la cancha, era un rival bastante fuerte.
¿Qué es lo que siente a la hora de festejar un gol? ¿Cómo lo describiría?
Me siento como un aficionado que en su momento vive el gol de su equipo. El gol, en el fútbol actual, es cada vez una situación más difícil. Entonces, cuando tu equipo anota, tienes que festejarlo en la forma en la que te nace. Yo siempre digo que a mí me genera una cosa eléctrica que me recorre el cuerpo. En mi cabeza no pasa nada más que festejar.
¿Y qué le sucede luego, cuando se ve celebrar de esa manera por televisón?
De repente me digo: '¿Qué está pasando ahí? Las locuras que hace uno' (y ríe)… Pero también me pongo contento otra vez por la actuación de los muchachos.
Hablando de volver a ver… ¿Ya ha visto nuevamente el partido con los holandeses? ¿Cree que México se equivocó al echarse atrás?
Ya lo hemos visto varias veces. No esperamos atrás, dejamos de tener la pelota. Porque ellos tampoco nos encimaron con un equipo que manejó la pelota, sino que eran pelotazos y obviamente nos fueron metiendo a nuestro arco, pero creo que dejamos de hacer cosas importantes los últimos minutos, como tener la pelota. Le dimos la iniciativa a un rival que estaba muerto.
¿Cuánto juega la cabeza en este tipo de situaciones? ¿Cree que la historia del famoso “quinto partido” al que México no puede llegar, haya influido en los jugadores en el cierre?
No creo. Nosotros pensábamos en jugar siete. Creo que en los últimos minutos las cosas pasaron por distracciones. El empate de ellos fue una distracción en la marca, y no por el que baja la pelota con un cabezazo, sino por la desatención del que está para el rebote. Ahí cambia el partido. En cuanto a lo mental, el equipo estaba preparado, porque durante 75 minutos fuimos muy superiores a Holanda. Le quitamos la pelota y lo metimos en su cancha, estuvieron más preocupados por defender que por atacar. Nadie más logró logró eso contra ellos.
España tuvo el tiki-taka, Brasil el jogo bonito, Alemania esa fortaleza física característica. ¿Ha llegado la hora de que México defina un estilo también?
Sí. Yo aspiro a un equipo dinámico, que tenga un buen manejo de pelota, pero basado en el esfuerzo físico en la transición de la recuperación para conseguir llegar al arco rival. Podemos encontrar una forma de jugar y un estilo.
Si vemos su futuro en la selección, hay cuatro años por delante de cara a Rusia 2018, en lugar de esos seis meses meses llenos de urgencia que vivió antes de Brasil. ¿Cómo va a enfrentar este proceso?
Con más trabajo y más tiempo de conocimiento de los jugadores, del sistema y de la idea de juego. Estaremos más preparados y evolucionados. No llegarás tomando decisiones... ¿Quién será el arquero titular? ¿Cuáles serán los once que inicien? Habrá una base de un cuadro definido.
La última. Carlos Salcido ha hecho público su retiro del seleccionado, Rafa Márquez está en eso... ¿Cómo va a afrontar el recambio generacional?
Hay muy buena camada. México es el equipo que mejor ha trabajado con fuerzas básicas de la zona: obtuvimos dos campeones sub-17, un subcampeonato, un tercer lugar sub-20, la medalla olímpica de Londres 2012... ¡Y todo del 2005 para acá! Es una generación talentosa que tendrá muchísimos partidos internacionales acumulados. Llegará muy sólida.